lunes, 30 de junio de 2014

Most wanted tax dodgers: la lista de morosos tributarios

Una de las reformas propuestas en el Anteproyecto de modificación de la Ley General Tributaria supone que desde la AEAT se van a poner a disposición del público en general unos listados de deudores con la finalidad de perseguir de manera más eficaz el fraude fiscal que sufrimos en España.

Los defraudadores más buscados
La medida tiene una orientación de carácter preventivo a la vez que educativo con la finalidad de coadyuvar al cumplimiento voluntario de los deberes tributarios de los ciudadanos.

La publicación de los listados de morosos sólo se podrán llevar a cabo en supuestos de hecho muy tasados y que se recogen en el nuevo, siempre que se dé el visto bueno por las Cortes, artículo 95 bis LGT.

De esta forma la Administración tributaria podrá acordar de manera periódica la publicación de listados comprensivos de deudores a la Hacienda Pública por deudas y también sanciones tributario.

La publicación se podrá llevar a cabo cuando concurran los siguientes supuestos:
  • Que el importe total de las deudas y sanciones pendientes de ingreso supere umbral del 1.000.000€.
  • Que haya transcurrido el plazo de ingreso.
  • Que para las deudas y sanciones, siempre se representen al menos el 25% de la cantidad pendiente, haya transcurrido al menos un año desde la finalización del plazo de ingreso voluntario.

En caso de que exista un aplazamiento o suspensión de la deuda no se llevará a cabo la publicación.
La información a incluir en los listados será la de la identificación de los deudores y el importe conjunto de deudas y sanciones pendientes.

El procedimiento de publicación es sencillo. Toda la información y el cumplimiento de los requisitos de publicación se determinará a 31 de diciembre de cada año estableciéndose un plazo para reclamaciones o rectificaciones de los contribuyentes.

Valoración: puede estimarse que es un paso importante en la lucha contra la evasión fiscal pero no es menos cierto que el mayor de los problemas de nuestra Hacienda Pública es la poca recaudación efectiva de nuestro sistema fiscal a pesar de que la presión fiscal española es una de las más elevadas de la OCDE. Es decir, pagamos pocos pero pagamos mucho.